13 de enero de 2013

Puerto Iguazú - Cataratas de Iguazú

Las Cataratas de Iguazú son una de las 7 maravillas naturales del mundo. Las forma el río Iguazú poco antes de juntarse con el Paraná. Forma frontera geográfica entre Argentina y Brasil, y el Paraná también las separa de Paraguay.
Las cataratas pues se asientan en dos países, mayoritariamente comprendida en el Parque Nacional de Iguazú en el lado Argentino, y en menor proporción en el Parque Nacional do Iguaçu en el lado brasileño.
Desde el lado argentino las vistas son fundamentalmente cercanas a las cataratas , bien a través del sendero superior, que recorre por el borde los saltos, bien a través del sendero inferior, que más corto circula cerca de donde rompen las diferentes cascadas en su base. Aunque el lado argentino también tiene vistas panorámicas excelentes, por la distribución, el lado brasileño se caracteriza por tener buenas vistas panorámicas.
Una vez vistas no sabría recomendar cuál ver primero, aunque recomiendan las brasileñas para hacerte una idea, yo hasta me dejaría dos días en el lado argentino y olvidaría el brasileño por cuestión de aprovechar el tiempo y el dinero: el segundo día en Argentina sale al 50%, y para Brasil hay que pasar aduanas.
La entrada al parque cuesta 130 pesos (unos 20 €) e incluye el transporte en tren que te lleva a visitar la Garganta del Diablo, el salto superior.
No sé si bueno o malo, empezamos la visita por ahí y sin mucha más información. Cuando cruzamos el primer curso del Iguazú ya estábamos alucinando por el color ocre de su agua. Cuando íbamos por el quinto curso alucinabamos por la cantidad ingente de agua, y veníamos sobre nosotros ya una nube vaporosa.
Cuando por fin aprecias, 1 km después, la potencia de la Cascada del Diablo te vuelves pequeño, tú y las decenas de turistas que se agolpan en la barandilla de la pasarela para sacarse la foto. Una cantidad desproporcionada de agua se precipita 40 m al vacío. El spray de agua surge a bocanadas del fondo de la cascadas y nos empapa por momentos. Te quedas absorto contemplando la magnitud de este acontecimiento, y extrañamente piensas que hasta para suicidarse hay que tener suerte, pues comentamos que hay gente que se lanza al río aguas arriba para despedir su vida en esta caída.
Fue el momento de volver a tomar el tren y recorrer el paseo superior. Desde aquí se obtienen al principio buenas panorámicas. Son más de 2,5 km desde la última de las cascadas hasta el Salto del Diablo que se considera la primera.
A través del recorrido se atraviesan B.      , las gemelas Adan y Eva y San.    Todas ellas muy espectaculares porque las recorres casi colgado sobre su caída, casi en el mismo borde.
Desde lo alto se puede apreciar la actividad erosiva del agua, socavando el lecho de la pared. La catarata se firma por una discontinuidad geológica, una diferenciación de estratos: uno duro, de basalto, que forma la parte superior y pared de las cascadas; y otro más blando, sedimentario, que es el que conforma la base de las cataratas, junto con los bloques de basalto que van cayendo de las paredes al descalzar el agua su base. De esta forma las cascadas van retrocediendo y las cataratas se van abriendo como una cremallera. También podemos ver la Isla San Martín, coformada por un estrato sedimentario más duro, que resiste en medio de todas las cascadas, dibujando un 3 si vemos las cataratas desde aire.
Durante la visita no tenemos mucha suerte, y a parte de las mariposas enormes, no vemos nada más que los hambrientos coaties, que no dudan en robar la comida de los turistas más confiados e inocentes.
El paseo inferior primeramente desciende cruzando alguna cascada, luego te permite ver alguna vista panorámica desde abajo, y acaba bajo la cascada de B.    que te empapa por completo.
Para los que no tengan suficiente remojón existe la opción, por 300 pesos (50 €) de coger una lancha (gomón) que te lleva debajo de las cascadas para empapartea base de bien (reparten bolsas estancas pata el equipaje, y chalecos robustos). Luego te lleva río abajo disfrutando del cañón del Iguazú hasta un embarcadero, donde desciendespata tomar un camión 4x4 que te conduce a través de la selva hasta la salida del parque. Desde él se pueden apreciar algunos de lista frutos de las innumerables especies de árboles que forman esta selva subtropical de bosque atlántico. Además nos cruzamos con telarañas doradas y con sus creadoras. Al lagarto overo sólo pude verle la cola, y al gigante árbol palo rosa aciertas a distinguir la parte superior.
Tuvimos tiempo para visitar el Centro de Interpretación, lo cuál es interesante hacer antes de la visita. Merece la pena pues te cuenta la formación de las cataratas y los pobladores de la selva y sus estrategias para sobrevivir en este ecosistema tan diverso. Los primeros descubridores, lista guaranis, también tienen presencia en el Centro, así como los misioneros que vinieron a evangelizar a lista nativos.
El parque a las 17 h cierra por seguridad, dicen, para dejar tranquilos a los animales y porque la selva esconde jaguares y pumas entre otros.
El lado brasileño como digo no merece tanto la pena, aunque cuenta con espectaculares panoramicas, y una pasarela final frente al Salto del Diablo que quita la respiración. De estas panoramicas nos llevamos un dato: aguas arriba la anchura del río es de 1,5 km con una profundidad de entre 1-1,5 m, mientras que pasado el salto en varios escalones de 40 m, la anchura de las aguas es de unísono 90 m y la profundidad de hasta 40 m. Por cierto, que el color ocre de las aguas es debido a los sedimentos que arrastra el agua por las lluvias de los últimos días, por fotos que hemos visto se suelen ver más claras, pero esto también le dota de espectacularidad. También decir que hay una presa aguas arriba, Itaipu, que le quita muchos sedimentos al río.

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