9 de enero de 2011

Ruta con raquetas: Cº Schmid – Siete Picos

Los Reyes de este año vinieron por el hielo con raquetas de nieve, y como ya no las querían me las dejaban para mí. Era un caprichín que nos había venido este último año después de un par de salidas sufriendo por la nieve. Así pues era hora de estrenarlas, y como dudábamos de la cantidad de nieve que pudiera haber por la Sierra, fuimos a los seguro, al Puerto de Navacerrada a probar por una ruta sencillita: el Camino Schmid.

El día amaneció con nubes bajas y nieblas por Madrid. Subía con Patri y Nacho, y al pasar Alpedrete se despejó el cielo quedando un día soleado que prometía. Quedamos en el aparcamiento con Dani, y minutos antes de las 10 comenzamos a andar. Había algo de gente, no mucha pues tan sólo había un par de pistas de esquí abiertas, y creo que no era las que nos afectaban.

Por el camino que conecta con los remontes del Telégrafo compruebo la capa de nieve , pero la pista está despejada. En cuanto cogemos el desvío al Camino Schmid todo se cubre de nieve, quizá tenga suerte y pruebe las raquetas durante un buen rato. Pero de momento no, no hay mucha profundidad y se camina bien. El camino tiene momentos estrechos entre piedras colocadas para obstaculizar el paso a ciclistas. A la derecha vemos los Pinares de Valsaín con el embalse al fondo, el día aún esta despejado, pero comienzan a entrar nubes. Llegamos a la Pradera de Navalusilla, y se sigue caminando muy bien, cada vez hay menos nieve, el camino está muy bien señalizado con puntos amarillos pintados en los árboles y está asentado. Tomamos el desvío en fuerte pendiente hacia el Collado de Ventoso, y primer paso concluido.

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Reponemos energías con las empanadillas que trae Nacho y no resisto la tentación de probarme las raquetas en unos pasos. Vamos a seguir subiendo hasta Siete Picos, a ver si encontramos más nieve allí arriba. Lo que significa ascender hasta el primer pico en una pendiente media del 23 %, ahí y lleno de nieve. Así que esa ascensión es las más jodida del día, con momentos de nieve por la rodilla, resbalando en el último impulso y hundiéndote en cada golpe de riñón.

Pero así llegamos hasta las cumbres, que no se pueden ver porque están cubiertas de niebla. Ahora sí me pongo las raquetas y ruteo con ellas. La verdad que se agradece después del sufrimiento de hundirse en la nieve. Pero en los tramos en contrapendiente, como el terreno está inclinado el tobillo sufre, pero cual todoterreno sigo avanzando. Llega un momento en que hay que quitárselas porque hay piedras y se las presto a Dani para que las pruebe a ver si se anima a comprarse él unas.

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Avanzamos por la cara norte de los picos, evitando los tramos con más roca. Intentamos seguir las huellas en la nieve de gente que suponemos viene del Puerto. En algún momento nos tenemos que desviar, bajando un  poco más, lo que nos obliga a volver a subir en perpendicular a las curvas de nivel (máxima pendiente) para coronar el último (o primer) de los Siete Picos. Desde aquí se emprende la bajada en pequeños zig-zag y con rocas así que de momento no me vuelvo a calzar las raquetas hasta que más abajo el camino se vuelve más ancho. De nuevo paso problemas para avanzar así que me las tengo que quitar (esto empieza a ser un poco rollo).

Cuando alcanzamos el último tramo de bajada por la PR-8 nos cruzamos con una pareja que también andan con raquetas de nieve, intercambiamos opiniones y me vuelvo a calzar las raquetas, que ya no me quitaré hasta el final. La niebla dio paso a la nieve hace un rato, pero ahora está empezando a arreciar y se acumula en nuestros abrigos y tapa las huellas. Aprovechamos para grabar alguna tontería, mientras llegamos de nuevo a los telesillas. Se nos ha hecho tarde como siempre, no llegamos para comer con nuestras familias, a Patri le ha empezado a doler la pierna, pero estamos orgullosos de haber completado una mítica ruta: Camino Schmid y Siete Picos, aunque de estos últimos no nos hemos enterado mucho por la niebla. Una última bajada por el remonte viendo cómo los chavales se tiran con un donut por un tobogán (nueva atracción) y hemos finalizado nuestra ruta de casi 10 km en unas 5 horas. Mu rico. siete picos

A las raquetas les doy de momento un 6,5 de puntuación. Faltaba un poco de nieve para sacarles verdadero provecho, cuando las he utilizado podría haber seguido caminando a pata sin demasiados problemas. Cuando verdaderamente me hubieran hecho falta no me las podía poner por la pendiente o las piedras. Hay que esperar a que nieve un poco más para meternos por caminos menos empinados. Quizá hoy las hubieran ganado unos crampones, pero igualmente te hubieras hundido en la nieve. Se camina bien con ellas, a penas te tropiezas un pie con otro. Se ponen bastante bien y rápido con el apriete rápido. No he probado las calas, pero en pendiente suave no iba mal, así que con calas se debe ir bien. Hemos probado en algún momento a ir con ellas bloqueadas (el juego de bisagra) y apalanca demasiado la bota, sufriendo aún más el talón de Aquiles, lo que más se me ha cargado. Lo peor son las contrapendientes y hundirte lateralmente pues puede sufrir mucho el tobillo. Sabiendo lo que llevas en los pies no debes tener problemas de tropiezos, si se te olvida y miras para atrás e intentas darte la vuelta te puedes desequilibrar y hacerte daño en tobillo o rodilla. Yo no he tenido muchos problemas, pero Dani el rato que las ha usado se ha quedado enganchado en un giro y ha tenido que tirarse al suelo para no hacerse daño.

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Y éste es el primer análisis de las raquetas. Esperemos que haya muchas más pruebas.

Las fotos de Dani:

 

Nota: si queréis completar la lectura con una bonita descripción de la ruta hecha por un compañero de blog’s días antes, os recomiendo pinchar en este enlace.

3 comentarios:

  1. Pues muy rico... la siguiente me las tienes que dejar probar!
    Y con el GPS te van a quedar unas crónicas de escándalo.

    Me gusta como escribes tío.

    Un brazo

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  2. Me lo pasé muy bien, ¡tenemos que repetir pronto!
    ¡Qué bien lo cuentas Angelillo!

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  3. Patri pero bueno cuanto tiempo, no sabiamos que te gustaba la montaña.

    Tus amigos de Talavera.

    Bsos

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